Sabemos que el montaje es el orden lógico y rítmico de las imágenes que conformarán nuestra producción audiovisual. Es decir, la manera cómo vamos a echar el cuento para que el público lo entienda, y qué significados vamos a sugerir con las imágenes que escojamos. Ahora, ¿quién sería el responsable de esa decisión? Pues el director, por supuesto, es quien tiene la responsabilidad sobre todo lo visual y narrativo de una obra. ¿Pero es el único cargo involucrado? No. Porque el montaje sucede en varios momentos de la producción, y en función de ello los responsables del montaje son:
El guionista.
Es el primero que comienza a poner, o sugerir digamos, un orden en el relato. Desde la escaleta, cuando organizamos la historia por escenas podemos definir si echamos el cuento en un orden o en otro, si una escena funciona mejor si las quitamos del orden cronológico y la colocamos al final ¿ayuda al suspenso, a la sorpresa, a que avance la historia? Y este proceso abarca desde la escaleta hasta que tenemos el guión argumental listo. Veamos, por ejemplo, este fragmento de la escena inicial de Inside Man, guión de Russel Gerwitz:
Ves cómo el guionista sugiere en el movimiento de cámara qué ir mostrando a medida que se aleja la cámara desde el primer plano, y estamos dentro de una sola escena.
¿Por qué no desde la redacción de la sinopsis? Porque con la sinopsis estoy definiendo el cuento en líneas generales, los elementos básicos de la historia. Ya con la escaleta comenzamos a concretar el cómo se va a contar.
El director.
Claro, el director está involucrado en todo el proceso. Tiene poder de decisión sobre el guión (bueno, depende del esquema de producción, pero eso es otro cuento al que podemos dedicarle otras entradas), pero asumiendo las funciones de cada cargo, el director le pondrá mano al montaje definiendo el encuadre, decidiendo cómo mostrar la acción descrita en el guión, dónde delimitará la imagen, qué mostrará en un plano y qué en el siguiente, si lo hará con corte directo o con un movimiento de cámara, etc. Quiero mostrarte este ejemplo, el fragmento del guión de Moonrise Kingdom, escrito por Wes Anderson y Roman Coppola:
Fíjate que el guión es meramente argumental, no hay ninguna indicación de encuadres o movimientos de cámara. Ahora mira la escena que decidió filmar el mismo Wes Anderson, ya como director:
Si Anderson hubiera filmado esto en un plano general, que mostrara toda la acción le quitaría mucho de lo cómico que tiene. Cuando decide no mostrar la casa del árbol en la primera toma sino después, está haciendo montaje a través de la composición del encuadre. Lo mismo con el boy scout que tiene el rociador. De los responsables del montaje, el director, definitivamente es el que más.
El editor.
Porque no es tan solo un operador técnico que sigue una instrucción de hierro (bueno, habrá casos de casos). El editor no solo cuida el ritmo y la limpieza de los cortes entre las tomas, también debe tener la capacidad de ver cómo va funcionando la historia que ensambla, y en función de eso puede proponer alguna modificación en el montaje. Hay registradas muchas decisiones de montaje que han sucedido en la sala de edición. Pero saliéndonos un rato de Hollywood, está el ejemplo de esta película venezolana, La Hora Cero, editada por Otto Scheuren:
Esta secuencia estaba originalmente planteada por separado, y descubriríamos el secreto de Leidi Di en otro momento. Es en la sala de edición cuando Scheuren le propone al director Diego Velasco esta vía, que en ese momento de la historia causa mucha más sorpresa. En este caso Velasco aprobó el cambio, y la secuencia funciona muy bien. Pero fíjate cómo funciona el montaje, si la secuencia de Ladi Di hubiese estado al principio de la película hubiera funcionado también, pero como prólogo diciéndonos desde el principio (que de hecho, lo es) qué es lo que originará todos los eventos siguientes. ¿Al final? Pues también funcionaría, como un cierre bastante cínico, me parecería. Pero justo en el momento que quedó, es el dato que complica las cosas y así potencia una historia que ya nos tiene “atrapados”. ¡Así funciona el montaje!
Entonces, aunque el director tiene la responsabilidad final, es un proceso de equipo, y los responsables del montaje son 3: ya sea en el guión, la composición del encuadre o la edición.