No hay que explicarlo mucho. Una buena red de contactos puede abrirte puertas y oportunidades si estás buscando un trabajo, emprendiendo un nuevo negocio, emigrando a otro país, promoviendo una causa justa, etc. Todas las definiciones apuntan, palabras más palabras menos, al grupo de personas con las que nos relacionamos social y profesionalmente. que pueden ayudarnos a cumplir nuestros objetivos.
Internet está llena de consejos para construir lo que llamaríamos “una buena red de contactos”. Pero en esta entrada quiero referirme a la manera en la que vemos esa red… “nuestra” red.
Nuestra red de contactos
Si te pidiera que dibujes tu red seguramente dibujarías algo como esto:
Aquí represento con quienes estoy conectado, en caso de necesitarlo ¿a quiénes puedo acudir, a través de quién? Es común situarnos a nosotros mismos en el centro y a partir de nosotros es que crece la red. Así vemos cuál es nuestro alcance.
Se me ocurre que un ejemplo clásico de este enfoque es la famosa técnica de ventas del “Proyecto 100”: haces un listado de 100 personas a las que tocarás la puerta para ofrecerles tu producto o servicio. Podríamos decir mucho de esta técnica pero lo que me interesa en este momento es visualizar una red de contactos a las que puedo llegar.
Un caso típico, cuando estamos buscando trabajo utilizamos nuestra red de contactos para regar la voz y compartirle nuestra hoja de vida a todo el mundo, incluyendo la solicitud de que ellos también nos ayuden a difundirlo entre sus conocidos con la esperanza de que, con algo más de suerte que de estrategia, nos ubique un trabajo. No está mal, lo hacemos. Pero los resultados dependerán mucho de la suerte de que nuestra necesidad de empleo llegue a oídos de quien tenga una oportunidad.
Desde este punto de vista, nuestra red de contactos es un gran altavoz. Y eso, insisto, ya es muy útil.
Un set de legos
¿Qué tal si tus contactos no son solo aquellos a quienes puedes hacerles llegar tu información sino con los que puedes construir cosas que te hagan crecer? Si has jugado alguna vez con legos, seguramente que sí, sabrás que hay piezas de distintos tamaños, colores, formas y utilidad. Algunas sirven de base, otras para darle forma a lo que quieres construir, decorativas, para unir piezas. Así son tus contactos.
La diferencia del enfoque es que las piezas no solo sirven para lo que tú quieras construir. Aquí tú también eres una pieza en el set de legos de tus contactos y es bueno poder vernos como tales. Entonces, no se trata entonces de a quiénes puedes llegar o qué necesitas obtener de ellos, se trata de qué pieza eres tú en la construcción de los demás, qué cosas pueden construir juntos y, por supuesto, obtener lo que buscas.
Volvamos al caso de quien está buscando trabajo. Con este enfoque más que un trabajo estás buscando alianzas de con quién hacerlo, el trabajo “ya lo tienes”: es tu proyecto o tus habilidades jugando a la par de otros proyectos. Incluso, en tu empleo actual puedes identificar a quienes pueden apuntarse a tus proyectos dentro de la empresa, pensando además cómo el proyecto que les propones los ayudará a lograr también sus objetivos. Es muchísimo más fácil (y posible) tener éxito y marcar la diferencia cuando lo hacemos juntos.
Ganamos todos
En resumen, la diferencia entre una red de contactos y un set de legos está en ocuparse no tanto en alimentar la lista de nombres sino en alimentar mi conocimiento sobre sus necesidades y cómo puedo jugar yo a favor de ellas. Te soy muy sincero, mis mayores éxitos los he logrado cuando he pensado con esa lógica. Estoy seguro de que te funcionará a tí también.
Hoy, jueves de #TBT, recuerdo con esta entrada a uno de los mejores sets de legos con los que me tocó jugar en la vida, los compañeros de la Universidad Católica Andrés Bello Guayana. No están todos en la foto, pero habrá otros TBT, supongo…
Gusymans
Brutal master Jejee gracias por incluirme en tu set de legos 😊