El spoiler, el malquerido de estos tiempos. Cuánta ira levantan quienes revelan lo que sucederá en una película o serie que los demás (incluyéndote a ti, tal vez) no hayan visto. Pues, el Servicio de Sangre de Nueva Zelanda (NZ Blood Service) acaba de lanzar una campaña de publicidad para la concienciación sobre la donación de sangre, y lo ha hecho de una manera doblemente creativa: haciendo spoiler.
¿Se puede hacer spoiler en un spot publicitario?
Recordemos que un spoiler es cuando alguien te cuenta un detalle relevante que concluye o introduce un giro sorpresa. Y si alguien te cuenta lo que sucederá en el spot, pues podría serlo. ¿Qué sucede si es la misma campaña la que te hace el spoiler?, ¿sigue siendo spoiler? ¡No respondas todavía! Antes de que yo mismo “te arruine” el spot, échale un ojo primero y después te cuento qué es lo que me parece genial de esta campaña y su estrategia:
Como viste, se trata de una serie de microhistorias que se van mostrando en cada corte comercial de la programación, antes de la pieza publicitaria central, que está al final. En una campaña tradicional, tal vez tendríamos varias piezas de 30 segundos mostrando las dramatizaciones completas con su mensaje final. O simplemente, nos mostrarían solo la pieza final que nos muestra de una vez los incidentes. Funcionaría, seguramente.
1. Pensar fuera de la caja
Lo primero que me parece genial es pensar el mensaje central FUERA del spot principal. Porque el copy “Las emergencias invisibles suceden todos los días” es simplemente un enunciado de lo que ya nos dijeron en los pequeños clips previos. El giro creativo, que normalmente está al final de la pieza publicitaria, aquí está ANTES. Dicho de otra manera, el giro creativo es un “spoiler”, pues cuando llega la pieza central ya sabes lo que va a suceder. No hay sorpresa ni en el desmayo del niño con tos, ni en el carro que atropella a la chica que trota, ni con el bebé que se llevan de los brazos de su madre.
2. Storytelling en primera persona
Además, el “spoiler” te lo cuentan sus protagonistas. ¿Podría haber sido un narrador? Posiblemente, pero el efecto es dramáticamente distinto. Un narrador suele saberlo todo, es su papel dentro de las historias, y a través de él nosotros también lo sabemos. Cuando la chica que trota es la que te dice que “dentro de 15 segundos me van a atropellar y por las hemorragias internas voy a necesitar 3 bolsas de sangre para sobrevivir”, nos pone en una situación de desventaja pues somos nosotros, los espectadores, quienes no sabemos lo que nos puede suceder dentro de una hora, 40 minutos o 15 segundos. ¿Y si pudiéramos saberlo y estar preparados? Es el spoiler que nunca nos van a hacer.
3. ¿Ya dije lo de “fuera de la caja”?
Además, está la estrategia de programación como tal. Los mensajes están escritos pensando de antemano en el corte comercial de la programación donde se insertarán. Más o menos en la lógica de la serie 24, “Los eventos ocurren en tiempo real”. Si es la primera vez que vemos los mensajes, funcionan como una pequeña campaña de intriga, no de una semana de antelación sino de apenas minutos, lo cual también es irreverente. De la segunda vez que los vemos en adelante, nos refuerzan la idea de que en la vida real es imposible saber lo que nos pasará con antelación y que sería bueno estar preparados (en este caso, contar con un banco de sangre con suministros suficientes para atender esas “emergencias invisibles” de todos los días).
Entonces, ¿es spoiler o no?
La pregunta es más que todo una provocación. No, no es spoiler, o “auto-spoiler”. Es el mensaje de la misma pieza, pensado así para generar una reacción concreta en nosotros y que no causaría el mismo efecto si nos lo contaran de otra manera. Es como las películas que empiezan contándote el final: no es un spoiler. Listo.
Lo que sí es, es una creativa iniciativa del Servicio de Sangre de Nueva Zelandia, no solo con estas piezas audiovisuales sino con otras herramientas digitales, para involucrar a los “kiwis” en la necesidad de donar sangre y plasma, y estar bien abastecidos para esas emergencias en las que uno mismo o nuestros seres queridos pueden ser los protagonistas.
PD: Si quieres que hablemos de spoilers, te invito a visitar la entrada dedicada que publiqué hace un tiempo 😉